Salud mental en técnicos de emergencias
sanitarias.
Las situaciones de estrés pueden
afectar tanto a los implicados en una emergencia sanitaria, como a los
familiares y personas allegadas, así como cuales deberían ser tus actuaciones
para minimizar el impacto emocional que pueden sufrir dichas personas.
Sin embargo, todavía no hemos tratado
una parte muy importante, el cómo pueden afectar dichas situaciones al personal
sanitario que atiende a los heridos en las emergencias sanitarias. Una persona
que trabaje con heridos de todas consideraciones, quemados, accidentes
múltiples... que pueda presenciar la muerte en directo de personas a las que
esté intentando socorrer, o que tenga que manejar cadáveres, obviamente se verá
afectado a nivel psíquico, y no existe ningún entrenamiento que te pueda
prevenir completamente de los efectos de tu futuro trabajo. Aún así, a lo largo
de esta unidad de trabajo intentaremos darte algunas pautas para minimizar el
impacto traumático que puede suponer esta actividad.
Pero, ¿cómo te puede afectar todo esto?
La afección por las situaciones a las que te vas a enfrentar puede afectar a
varios aspectos de tu vida, no solo al desempeño de tu trabajo, sino que
también puede afectar a tu salud, a tu vida familiar y espiritual.
La situación traumática a la que te vas
a enfrentar diariamente, puede producir una serie de reacciones emocionales,
cognitivas, conductuales y fisiológicas que pueden ser evidentes en el momento
de la actuación o pueden actuar con posterioridad, al retornar a tu rutina laboral
y familiar. De hecho, en algunos casos se ha detectado que todas estas
situaciones pueden desembocar en un consumo abusivo de alcohol u otras drogas.
Posibles trastornos psicológicos
Debido al estrés laboral al que estás
sujeto, puedes desarrollar diferentes trastornos psicológicos que afectarán
tanto a tu desarrollo profesional, como a tu vida cotidiana. Así, estos
trastornos psicológicos, también llevan aparejadas unas repercusiones físicas
que mermarán tu calidad de vida.
Aunque no entremos a estudiar en
profundidad estos trastornos ya que la mayoría los has estudiado en unidades
anteriores, vamos a citar los siguientes:
- Trastorno
de estrés post-traumático.
- Depresión
vicaria.
- Síndrome
del quemado o Burn-out.
¿En que consiste el síndrome del
burn-out? Simplemente es una forma extrema de estrés laboral, que se produce en
aquellos profesionales que tienen un trato directo con la población, y que
normalmente requieren una fuerte implicación personal y emocional. Así este
síndrome se ha descrito en maestros, médicos, enfermeros, policías, bomberos,
asistentes sociales y por supuesto en técnicos de emergencias sanitarias.
El síndrome del quemado consta de
cuatro fases de desencanto, en el que el trabajador poco a poco sufre una
desadaptación continuada al medio laboral llegando a sufrir agotamiento físico,
emocional y psíquico.
Estas cuatro fases serían:
1. Entusiasmo. Un
técnico cuando se incorpora a un trabajo llega con gran entusiasmo y grandes
expectativas. No escatima esfuerzos y puede llegar a focalizar sus proyectos y
su vida a través de su trabajo.
2. Estancamiento. Debido
a las situaciones que vive, el técnico observa que, ya sea debido a las
instituciones o a sus propias capacidades personales, todos sus esfuerzos no
tienen el resultado que desearía y que había supuesto en un principio. Este
desencanto es difícil de percibir por parte de los compañeros ya que
normalmente es un proceso lento y los cambios se suelen atribuir al carácter
del individuo.
3. Frustración. El
técnico prueba nuevos métodos de actuación con los pacientes para intentar
compensar la carencia de resultados ideales. Normalmente si estas nuevas
técnicas no son efectivas, el técnico entrará en picado en la siguiente etapa:
apatía.
4. Apatía. El
individuo no abandona su puesto de trabajo, pero se limita a hacer lo mínimo.
Su humor cambia drásticamente convirtiéndose en una persona apática, agresiva y
con un humor negro desagradable. Si acepta ayuda psicológica, su recuperación
será lenta y dificultosa.
En primer lugar, es conveniente conocer
los factores de riesgo que existen para el desarrollo de estos trastornos
psicológicos, ya que si los conoces puedes evitarlos, en la medida de lo
posible, y por tanto evitar muchos de los problemas de tu futuro trabajo. Estos
factores de riesgo son muy variados pero se pueden clasificar en los siguientes
tres puntos.
Factores de riesgo personales
Factores personales. Las diversas
situaciones a las que te enfrentes te afectarán de forma diferente según te
encuentres personalmente; es decir, si estás en una etapa positiva de tu vida o
estás afectado psicológicamente por algún problema personal como puede ser la
pérdida de un familiar. Algunos de estos factores personales a los que nos
referimos podrían ser:
· Tu personalidad. Ya hemos hablado a lo
largo de muchas veces como ésta afecta a la interpretación de situaciones y por
tanto a que esta situación se convierta en un estado de
ansiedad para ti o no.
· Estados previos de estrés por problemas
que no tengan nada que ver con la situación de emergencia. Un estado
psicológico alterado se puede producir por una situación de estrés muy fuerte o
por el cúmulo de varias situaciones, aunque estas no sean tan estresantes; así,
si debido a situaciones personales, ya tienes cierto grado de estrés, cualquier
actuación que en principio no te debería suponer ningún trauma psicológico,
puede serlo por acumulación de estrés.
· La edad: Las personas jóvenes son más
propensas a sufrir problemas emocionales. Piensa que la edad también influye en
el desarrollo de la personalidad, y por tanto, puede que en personas de menor
edad sus mecanismos de defensa no estén tan desarrollados como en personas más
adultas.
· Si la situación de emergencia te afecta
a ti como sanitario directamente, por ejemplo, cuando llegas al lugar del
incidente ves a algún ser querido herido o algún conocido, esto aumentará tu
estrés. Así, si durante tu intervención quedas herido y tienes que ser
evacuado, esto te producirá frustración.
· El orden de llegada al lugar también
afectará al nivel de estrés. Está demostrado que aquellas personas que llegan
en primer lugar al lugar de los hechos sufren un mayor estrés que las personas
que llegan más tarde.
Factores de riesgo interpersonales
Siguiendo con el punto anterior, además
de los factores personales, existen también los factores interpersonales, es
decir, como te podría afectar la interacción con otras personas en la atención
de una emergencia sanitaria y por qué esto te puede suponer estrés. Estos
factores interpersonales son:
· En primer lugar, podríamos agrupar a
todos los seres queridos, es decir, familia, amigos, etc. Este grupo puede generar
estrés por dos vías, una de ellas, sería la posible separación en caso de que
te tengas que desplazar a otro lugar. Por ejemplo, como ocurrió en el terremoto
de Haití (2010), en el que efectivos españoles especializados se desplazaron a
dicho país para atender a las personas afectadas. Aparte de la separación de
tus seres queridos, también hay que tener en cuenta que hablar con gente
cercana puede ser una vía de escape para la ansiedad que puedas sufrir, y al
cortar esta vía, se corta también la vía de escape. Otro punto a tener en
cuenta es la confrontación entre las responsabilidades laborales y las
familiares que también son generadoras de estrés.
· Aquí podríamos agrupar a todas aquellas
personas con las que en principio no tienes ninguna relación pero que durante
tu actuación interaccionarán contigo. Aquí, incluiríamos, por un lado, a todos
los curiosos que se pueden agrupar alrededor de las víctimas y que pueden
ejercer cierta presión sobre ti y por tanto sobre tu actuación. Y por otro
lado, pueden existir otro grupo de personas que también ejerzan cierto grado de
presión, como por ejemplo, sería en el caso de conflictos bélicos, donde la
presencia de grupos armados ejerce también un gran estrés.
· Tampoco podemos olvidarnos de los
compañeros que nos ayudarán a resolver las situaciones de emergencia. Es muy
importante que el grupo de acción se encuentre cohesionado y que te sientas
integrado totalmente en él.
Factores de riesgo propios de la
emergencia
Por último, al hablar de factores de
riesgo que puedan ocasionar estrés en grupos de emergencia, no podemos
olvidarnos de los factores propios de la emergencia sanitaria a la que te
enfrentes. Las características de estas situaciones serán más o menos estresantes
dependiendo de:
· Duración del desastre, cuanto más se
alargue en el tiempo, más afectará tanto a la población como a los equipos de
respuesta.
· Las emergencias que se producen por la
noche provocan más víctimas y problemas emocionales. La respuesta inicial de la
población es más lenta y dificulta la evacuación.
· Las situaciones que generen una amenaza
a la integridad física de la población y de equipos de respuesta, como por
ejemplo, una guerra.
· Tipo de desastre. Aquellos que no
podemos ver, como un escape nuclear o de gas generan más estrés, puesto que se
piensa que es más difícil de controlar. Así, los desastres naturales con
peligro de replica, como los terremotos o maremotos, son una mayor fuente de
estrés debido al posible riesgo.
· Estímulos traumáticos. Aunque a lo
largo de tu futuro profesional como técnico en emergencias sanitarias
aprenderás estrategias para evitar quedar inmovilizado por las escenas de una
emergencia, existen algunos estímulos que pueden afectarte seriamente, como por
ejemplo:
- Estar
en contacto con las víctimas durante mucho tiempo. Piensa que durante tu
actuación pueden morir alguna de estas víctimas.
- La
presencia de un gran número de cadáveres, en especial si están mutilados o
se
encuentra algún conocido tuyo entre ellos. Piensa por ejemplo, que no es
lo mismo
atender a dos personas que han sufrido un accidente de coche que a las
víctimas del
11-M durante los atentados del metro en Madrid.
- Hallar
cadáveres de niños, en especial si se tienen hijos con edades similares.
El
personal sanitario tiende a identificarse con ellos.
· Problemas de organización: Son los
provenientes de la estructura organizativa en la cual interactúa el trabajador:
- Falta
de áreas de descanso para los técnicos sanitarios o carencia de servicios
básicos en dichas áreas, como zona para el aseo personal,...
- Fracaso
en la misión, si debido a la organización seguida, la misión que se estaba
efectuando fracasa, esto supondrá un gran estrés, ya no solo por el fallo,
si no por la
sensación de que si se hubiera actuado de una manera diferente, se podrían
haber
llevado a cabo con éxito.
- Falta
de reconocimiento de su labor. Los equipos de rescate suelen ser bastante
sensibles a estos reconocimientos, y no hablamos de tipo económico, sino
de tipo
meritorio.
- La
interacción de varios equipos diferentes. Si estos no se organizan bien, o
cada uno
de ellos tiene una forma diferente de trabajar, puede que se entre en
conflicto entre si.
Además, una mala planificación entre
dichos equipos, puede provocar una ambigüedad en las funciones que te
corresponden o, que te encarguen tareas para las que no estás preparado.
Señales de afectación psicológica en el
personal sanitario
¿Por qué es importante reconocer el
propio estrés que puedes sufrir y actuar sobre él? Este estrés puede tener
muchas consecuencias, y aunque a priori puede parecer que esto jamás de va a
afectar a ti, por tu labor profesional existen muchos riesgos a los que estás
sometido. Además, aunque no te afecte a ti, puede que si lo haga a alguno de
tus compañeros y que necesiten de tu apoyo.
Pero, ¿cómo puede afectarte este estrés
laboral?; A grandes rasgos podemos diferenciar dos ámbitos:
1. El ámbito laboral: en el que se
producirá:
· Deterioro en la calidad de tu trabajo.
· Absentismo laboral.
· Menor implicación en el trabajo.
· Aumento de los conflictos con los
compañeros.
2. También puede que existan
alteraciones en el ámbito familiar:
· Conflictos con la pareja u otros
familiares.
· Aislarse para no implicar a la familia
en los conflictos laborales.
· Volcar tus emociones negativas en la
familia, cosa para la cual muchas veces no están preparados.
Manifestaciones de la afectación
psicológica
Ya hemos visto los factores de riesgo
que pueden provocar una afectación psicológica en los técnicos de emergencia
sanitaria y en que consiste el síndrome del quemado o de burn-out, pero, ¿cómo
reconocer estos estados psicológicos alterados?, y además, ¿cómo debemos
reaccionar ante la presencia de un compañero con este estado alterado?
Esta afección en los equipos de rescate
se pueden observar a partir de diferentes manifestaciones, que podemos
clasificar como:
· Físicas
· Cognitivas
· Conductuales
· Emocionales
Dentro de cada una de estas
manifestaciones, encontramos algunos síntomas que requieren una acción correctiva
inmediata y otros que no, aunque es igual de importante saber reconocerlas para
comenzar un tratamiento temprano y evitar que la situación pueda empeorar.
Si se observa cualquier manifestación
que requiere atención inmediata, se deberá dar el relevo al trabajador o
evacuar a este a un centro asistencial. En un estado tan alterado, no debería
seguir prestando su servicio, puesto que este puede ser deficiente e incluso
perjudicial tanto para él como para el paciente.
En caso de que las manifestaciones que
presenten sean manifestaciones más leves, las cuales no requieren atención
inmediata, se recomienda un repliegue a una zona de descanso acompañado de
apoyo psicológico o la inserción en un programa de actividades preventivas de
manejo del estrés posterior al incidente traumático.
Cuidados en la salud mental de los técnicos en emergencias sanitarias:
Actividades preventivas
La mejor manera de atajar una afección
psicológica por parte del personal sanitario es prevenirla. Existen diferentes
pautas o actuaciones que pueden disminuir el estrés de los técnicos sanitarios
y prevenir así, las posibles alteraciones que se pueden sufrir.
Estas actuaciones preventivas, las
podemos clasificar en tres puntos:
- Actividades
antiestrés.
- Alimentación.
- Actividad
física.
1. Actividades antiestrés. A lo largo
del año, se deberían realizar cursos y actividades para la prevención del
estrés en los trabajos sanitarios, donde se deberían incluir:
· evaluaciones de salud mental,
reconocimiento de estados alterados de personas afectadas por el estrés
laboral,
· autocuidado de la salud mental y pautas
de actuación ante la presencia de compañeros con cierto grado de estrés.
· También sería recomendable que estas
actividades incluyeran a la mayor cantidad de personas posibles, desde los trabajadores
en tele-emergencias, a los familiares de los sanitarios, ya que esto ayudaría a
prevenir los conflictos familiares y a involucrarlos en el conocimiento del
trabajo que realizan estos equipos y el estrés al cual están sometidos.
2. Alimentación. La alimentación es muy
importante para el personal involucrado en la atención sanitaria, y en
especial, si esta actuación se prolonga en el tiempo. Así, existen ciertas
recomendaciones a tener en cuenta:
· La ingesta de cafeína de muy típica en
situaciones de emergencia para mantenerse alerta, sin embargo, esta puede
provocar un aumento de la presión sanguínea y del ritmo cardiaco, así como
nerviosismo, irritabilidad, dolores de cabeza o diarrea. Se considera excesiva
cualquier cantidad superior a 250 mg. de cafeína al día, y teniendo en cuenta
que cada taza de café tiene como término medio 110 mg, es fácil superar estos
límites. También hay que tener en cuenta que existen otros productos que puedan
tener cafeína o componentes con el mismo efectos como pueden ser las bebidas de
cola, el té o el chocolate.
· Así, se recomienda no abusar o incluso
evitar el consumo de estos productos.
· Durante los periodos de estrés agudo,
se requiere un refuerzo adicional de vitaminas B y C, con lo que se recomiendan
aumentar las cantidades de estas vitaminas, ya sea por complementos vitamínicos
o por aumento de consumo de alimentos con estos nutrientes, como pueden ser
frutas y verduras. Se recomienda un aumento de la ingesta de líquidos,
preferiblemente con un aporte extra de electrolitos, como pueden ser las
bebidas isotónicas o los zumos naturales.
· Se recomienda una dieta rica en
calorías para compensar el sobre esfuerzo en las situaciones de emergencias,
pero por otro lado, se recomiendas comidas de fácil digestión, ya que la
distribución de la sangre, dirigida sobre todo a los músculos y al cerebro,
dificultan la digestión. Así, se recomienda una dieta baja en grasas y ligeras,
comer varias veces al día y evitar las comidas copiosas y enriquecer la dieta
con frutos secos y frutas.
· Evitar el consumo de alcohol.
3. Actividad física. La práctica de
actividad física es conocida como uno de los factores liberadores de estrés más
conocidos, pero esta debe de practicarse regularmente; 30 minutos, tres veces a
la semana, aportan efectos beneficiosos.
· Así, también es recomendable practicar
ejercicio tras un periodo de servicio, ya que no es recomendable dormir de
inmediato. Tras un estado de estrés, en el que se segregan sustancias como la
noradrenalina (la cual hace más vulnerables a las personas con respecto a
emociones como el miedo y la cólera), la actividad física ayudará a su
metabolismo.
Salúd mental en situaciones de
emergencia
En la actuación que puedes realizar
ante una emergencia sanitaria tienes que tener claras ciertas pautas que
previenen, a ti y a tus compañeros/as, de posibles afecciones psicológicas. Un
resumen de
estas pautas sería:
· Procura poseer toda la información
posible sobre lo acontecido y compártela con tus compañeros/as.
· En actuaciones de larga duración, los
técnicos (así como cualquier personal sanitario), deben tomar un tiempo de
descanso para evitar la fatiga emocional y los errores.
· En los cambios de turnos, se debe
establecer una reunión entre los dos turnos para intercambiar información sobre
lo ocurrido. Esta reunión no tiene por que ser solamente técnica, sino que es
conveniente que se expresen sentimientos personales de cada uno de los
participantes.
· En actuaciones alejadas del domicilio
familiar, es importante mantener el contacto con los amigos y familiares.
También es recomendable portar fotos o algún tipo de recuerdo familiar durante
estas actuaciones.
· El que un técnico se vea integrado en
el equipo de trabajo le protegerá contra los efectos negativos del estrés, por
lo que es fundamental este aspecto.
· Como ya hemos comentado, tu actuación
siempre debe ir acompañada de otro miembro del equipo. Ambos los debéis vigilar
ante las posibles manifestaciones de estrés y así daros aliento mutuamente,
recordaros las horas de descanso, la toma de alimentos, etc.
Si durante tu actuación como técnico
detectas a algún compañero o compañera del equipo de trabajo que está sufriendo
alguna de las manifestaciones de estrés que hemos estudiado, te recomendamos
seguir la siguiente secuencia:
1. Apartar al técnico afectado del
lugar del trabajo hasta un lugar sin estímulos agresivos.
2. Preguntarle por su estado.
3. Siempre debes realizar una escucha
activa.
4. Hacerle ver que la situación por la
que pasa es totalmente normal.
5. Proporcionarle el apoyo que necesita
y elogiar su esfuerzo.
6. Proporcionarle un descanso (al menos
de media hora) y si se estima oportuno, cambiarle la tarea para la que estaba
asignado.
Cuidado de la salud mental al retorno de
una intervención
Ya has estudiado las pautas preventivas
para el cuidado de la salud mental, así como las pautas pertinentes durante la
actuación para evitar afecciones psicológicas. Este punto, se dedica a ciertas
pautas de actuación que son
recomendables tras la intervención en una emergencia sanitaria y que puede
ayudar a reducir el estrés.
· A algunas personas les resulta de gran
ayuda escribir relatos sobre los acontecimientos vividos. Esto permite valorar
lo sucedido y darle sentido a las labores que realiza. Además, es una manera de
expresar los sentimientos para aquellas personas que por su personalidad les
puede costar un poco más esta expresión. Por todo ello, se recomienda a todo
técnico que se lleve un diario sobre las actuaciones que realiza.
· Evitar el consumo de alcohol u otras
drogas; si sus efectos iniciales son estimulantes, el efecto final es depresor
y puede originar un recuerdo masivo de los aspectos negativos de la
intervención y por consiguiente el malestar psicológico.
· El apoyo de la familia y la comprensión
por parte de esta de los riesgos del técnico es fundamental para tu bienestar
psicológico. Por eso se recomienda que la familia acuda también a las
actividades antiestrés que pueden ser organizadas. Es fundamental que las
familias conozcan a todo el estrés que puedes estar sometido y que al menos
tengan una escucha activa.
· Existen gran cantidad de técnicas de
relajación que pueden ayudarte a liberarte de gran parte del estrés, aunque
estas no son recomendables cuando has de continuar con intervenciones
sanitarias en poco tiempo.
A continuación se explica brevemente
una de estas técnicas que por su sencillez se puede aplicar en cualquier lugar.
Esta técnica conocida como respiración abdominal se realizaría, una vez tumbado
sobre una superficie dura:
· Primero colocaremos las manos sobre
nuestro abdomen.
· Inspiramos aire por las fosas nasales,
lenta, suave y profundamente. Al hacerlo desplazaremos nuestro diafragma hacia
abajo. Si lo hacemos correctamente, nuestro abdomen se hinchará y las manos
ascenderán visiblemente.
· Retén el aire durante unos segundos.
· Suelta lentamente el aire por la boca
mientras que el diafragma vuelve a su posición original y las manos descienden.
Algunos autores recomiendan que durante este paso, mientras que se suelta el
aire se evoquen pensamientos positivos o incluso se susurren en voz baja. Por
ejemplo, puedes pronunciar la palabra "relax" mientras que liberas el
aire para evocar este estado.
· Una vez vaciados los pulmones se espera
unos segundos antes de iniciar de nuevo el ciclo aquí expuesto.
Además de los aspectos que hemos visto
en el punto anterior, existen varias técnicas psicológicas que se pueden
aplicar tras una intervención en una emergencia sanitaria que pueden ayudarnos
a eliminar parte del estrés, mediante un procesamiento de los aspectos
emocionales, educación preventiva y procesos de apoyo.
Aunque en este apartado vamos a
estudiar dos de ellas, los cuales están muy relacionados entre si, hay que
dejar claro que estas técnicas han de ser guiadas por uno o varios
profesionales (psicólogos),
y que su uso indiscriminado en ocasiones
se ha demostrado que puede llegar a ser incluso contraproducente.
Dos de las técnicas más utilizadas son
el debriefing y el defusing (versión abreviada del
debriefing).
DEBRIEFING
Es un método grupal desarrollado por
Jeff Mitchell (1986) durante los años 70-80 en la Universidad de Maryland. En
la actualidad no existe un modelo unitario, ya que ha derivado en varias
versiones, y dependiendo de muchos factores se utilizará uno u otro. Incluso no
existe unanimidad respecto a la idoneidad de su uso ni en el cómo usar este
método entre los diferentes autores.
Este método consiste en que, conducidos
por dos o más psicólogos, se estructuran grupos de 6 a 15 personas y se
realizan una o varias sesiones de una a cuatro horas. En estas sesiones se pretende
abordar las experiencias vividas durante la intervención desde un punto de
vista conductual, cognitivo, emocional y educacional, y siempre desde la
perspectiva individual de cada participante.
En su versión original, se recomienda
posponer el debriefing entre 24 y 48 horas después de la actuación, ya que en
las primeras 24 horas puede existir una activación emocional desmesurada por
parte del técnico.
¿Cuál es su objetivo? A grandes rasgos
diremos que se trata de un método que hace que los participantes exterioricen
sus emociones, lo que les ocurrió durante la actuación sanitaria, cómo les ha
afectado, y lo que significa para ellos. Así, se pretende conseguir:
1. Normalizar las reacciones
emocionales del técnico.
2. Reducir el impacto de la actuación
sobre el técnico.
3. Enseñar las diferentes reacciones
"normales" y las "anormales".
4. Reducir ansiedad. Educar sobre
técnicas de afrontamiento.
5. Acelerar la vuelta al normal
funcionamiento del técnico.
6. Dinamizar el apoyo grupal.
7. Ofrecer ayuda profesional, siempre y
cuando así lo crea oportuno el psicólogo.
Una vez visto en que consiste el
debriefing y los objetivos que se persiguen con este método, vamos a analizar
las fases de las que consta, aunque estas pueden variar de un modelo a otro. En
general nos referiremos a seis fases:
1. Introducción: Durante esta fase se
te explicarán las normas del método, las cuales no se deben romper en ningún
momento y que serán supervisadas por el equipo de psicólogos que dirija el
debriefing. Estas normas son:
· Hay que dejar claro que esto no es una
terapia, sino una técnica de control de estrés y de educación preventiva.
· Todo lo que se trate en el grupo se
considera confidencial y por tanto no se expondrá fuera de este, exceptuando
las amenazas de suicidio o de agresión.
· Sólo se hablará en nombre propio, de
tus emociones, tus sensaciones y tu actuación durante la intervención.
· No se permitirán críticas operacionales
ni juicios hacia otros compañeros.
· Toda persona tiene derecho a hablar o
de permanecer en silencio según lo crea él oportuno.
· En el grupo de trabajo no existirán
rangos y todos serán tratados por igual independientemente de su cargo: médico,
enfermero, técnico, etc.
2. Fase conductual: Aquí se os pedirá
que expongáis vuestra labor realizada a lo largo de la intervención.
3. Fase cognitiva: Se os pedirá que
expliquéis y comentéis lo que habéis pensado durante la intervención.
4. Fase emocional: Una de las partes
más importantes de método, aunque también una de las más complicadas, ya que se
os solicitará que expliquéis vuestros sentimientos vividos durante la
intervención, es decir, que pongáis nombre a vuestras emociones.
5. Fase educacional: el psicólogo
explicara las reacciones normales ante lo vivido y que pueden ir apareciendo
durante los días posteriores: problemas para conciliar el sueño, pesadillas,
etc.
6. Fase de reentrada: Se recuerda el
ofrecimiento de ayuda o la posibilidad de contacto individual con el psicólogo.
DEFUSING
Consiste en una técnica muy similar al
debriefing, pero abreviada en el tiempo, ya que en vez de 1-4 horas, esta
técnica durará entre 20 y 45 minutos y consistirá en una sola sesión y no en
varias como puede ser el debriefing, aunque si que existirá un seguimiento al
menos 2 ó 3 semanas después.
Los objetivos que se persiguen y la
forma de actuar serían exactamente igual que en el debriefing.
Una de las diferencias es que muchas
veces se suele usar justamente después del incidente y no 24-48
horas más tarde como se recomienda en
el debriefing.
Suele usarse para grupos reducidos e
incluso a veces de forma individual y no grupal, aunque esta base individual se
encuentra hoy fuertemente criticada.
actuación pueden morir alguna de estas víctimas.
encuentra algún conocido tuyo entre ellos. Piensa por ejemplo, que no es lo mismo
atender a dos personas que han sufrido un accidente de coche que a las víctimas del
11-M durante los atentados del metro en Madrid.
personal sanitario tiende a identificarse con ellos.
básicos en dichas áreas, como zona para el aseo personal,...
efectuando fracasa, esto supondrá un gran estrés, ya no solo por el fallo, si no por la
sensación de que si se hubiera actuado de una manera diferente, se podrían haber
llevado a cabo con éxito.
sensibles a estos reconocimientos, y no hablamos de tipo económico, sino de tipo
meritorio.
de ellos tiene una forma diferente de trabajar, puede que se entre en conflicto entre si.
Cuidados en la salud mental de los técnicos en emergencias sanitarias: Actividades preventivas